jueves, 12 de enero de 2012

Cap. 5 Problemas del alcohol...


Entramos en un bar, tenia musica alta, y habia mucha gente. Gerard invitó a los dos primeros chupitos, yo a los dos siguientes, y despues nos hinchamos a cubatas y más chupitos. No recuerdo más de esa noche...
A la mañana siguiente, estaba en mi casa, en la cama, vestida con la misma ropa que ayer,  y cuando me di cuenta, tenia un brazo cogiendome por la cintura, suponía que seria Gerard, que habiamos dormido en la misma cama porque el no estaba para irse a su casa. Pero no era el, era un tio moreno, con muchos tatuajes, y con el pelo corto. No llevaba la camiseta, lo que dejaba mas a la vista todos sus tatuajes. Me levanté muy bruscamente, por lo que el chico se despertó sobresaltado, pero no se levantó de la cama, se quedó tapado con la sábana.
-Eh... ¿que pasa...?
-Em... ¿quien eres, y porque estás en mi cama?
-¿No te acuerdas de mi? Nos presentaron ayer en el bar... Soy un amigo de Gerard ¿no te acuerdas? Joder, soy Frank.
-Em, lo... lo siento, no me acuerdo... pero a todo esto, ¿que hacias en mi cama?
-Tranquila, que no ha pasado nada-Dijo en un tono burlón, que más que molestarme, me tranquilizó bastante-
-ah... pues me dejas traquila. ¿Y donde esta Gerard?
-¿El? Sobando en el sofá, que no pudo pasar del salon- Dijo mientras se reia-
-¿Y porque vinimos a mi casa?
-Nos invitaste tu, querias que nos tomaramos la última, pero no pudimos, sobretodo vosotros, estabais fatal, ibais abrazados y cantando, bueno, más bien gritando. Yo os controlaba para que no os matarais dando saltos-cada vez sonreia más al recordar los echos- El no podía más y se durmió en el sofá, y al ver que no te podias quedar con el, me cogiste de la mano y me dirigiste a la cama, me empujaste, y te quitaste la camisa.-Yo no sabía como responder, y solo me resigné a que acabase de contarmelo todo.- Como estabas en malas condiciones, no quise hacer nada, además, no me parecia muy ético, así que te puse una camisa de pijama que habia por ahí, pero no te rendias, ¿eh?-dijo con un tonito burlón, que esta vez me hizo sonrojarme.- Me quitaste la camisa, e intentaste desabrocharme el pantalón pero te cogí las manos y te empujé contra la cama, me fuí a fuera a por agua, y cuando volví estabas dormida, así que me metí en la cama y me dormí.
Yo no sabía que contestar, si hablar o tirarme por la ventana de la vergüenza que estaba pasando...Solo se me ocurrió decirle gracias por no haber echo nada y que si queria desayunar.
-Pues, de echo, si, porque tengo hambre, y debería reponer fuerzas para volver a mi casa, que queda lejos...
Le dije que tomara lo que quisiera de la cocina, y así lo hizo. Cojió algo de leche y fruta. Luego  volvió a mi habitación para hablar comnigo, o eso creia yo...
Se sentó en la cama, y se puso a toquetearse el cuello, parecía que le dolía.
-¿Te duele el cuello?-Le pregunté mientras me acercaba a el.
-Sí... será que he dormido en mala postura o algo... me está matando.
-Si quieres te hago un masaje en el cuello.
-Porfavor, me vendrá bien.-Cogí un poco de crema para las manos, y me puse a ello. Empezé a amasarle el cuello, y a cada movimiento mio, el soltaba un pequeño gemido. A mi me costaba aguantarlo, porque eran un poco eróticos. De repente puso sus manos encima de las mias mientras aún le estaba haciendo el masaje, y los gemidos iban a más, hasta que me harté y le levanté de la silla de un tirón. Lo empujé hacia la cama y lo dejé tumbado boca arriba.

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