viernes, 6 de enero de 2012

Cap. 2 La mañana siguiente


Subimos a mi piso, que era un tercero sin ascensor (nos costó Dios y ayuda subir sin matarnos) pero porfin llegamos. Entramos a mi casa, y le serví un ron-cola y a mi otro. Nos sentamos en mi sofá, y continuamos hablando.

-¿Cuantos años tienes, Gerard?-El me miró con una cara un poco rara 

-¿Por que quieres saberlo?

-No sé, realmente, sopongo porque me gusta saberlo todo de mis amigos...

-Ah,¿ que ya me consideras tu amigo?-Dijo con un tono burlón. Yo le dirigí una mirada “asesina” y el rió.

-Si te considero mi amigo, te he contado muchas cosas de mi... y tu a mi también me has contado muchas cosas. Ademas, son casi las 3 de la mañana, estamos en mi casa bebiendo, eso no lo hago con un completo desconocido-Y me eché a reir, Gerard me siguió. –Además... me has ayudado a olvidarme un poco de lo de el gilipollas de mi...

-No lo digas, anda, eso ya pertenece al pasado- Me sonrió. –Ahora soltera, que eso mola más, haces lo que te da la gana, sin tener que dar explicaciones a nadie y vives tu vida como quieres.

-Joder, tienes toda la razón. A partir de ahora, singles los dos! Porque tu... no tienes novia, ¿no?

-No, y de echo, ahora me alegro!-Empezó a reir y me contagió la risa. Acabamos los dos tirados en el sofá. Se nos hicieron las 4 y media y yo no podía mas, habia sido un dia muy completo, y estaba bastante cansada.

-Gerard, estoy agotada me quiero ir a la cama –Que sutil soy, vaya-

-Pues venga vamos a la cama –Empezó a reirse otra vez, pero yo no le seguí, estaba medio dormida en el sofá, cosa que el notó. Me ayudó a llegar a mi habitación, y se despidió de mi, me apuntó su numero en un papel y lo dejó en la mesita, me dijo que le llamara mañana para ir a tomar otro café. Nos dimos dos besos y se fué. Yo conseguí ponerme bien el pijama, porque entre los efectos del alcohol, y el sueño, no veia lo que estaba haciendo, y me desplomé en la cama.

Al dia siguiente no tenia que trabajar (Gracias a Dios) era domingo. Me levanté con cierta resaca, y ya era bastante tarde, eran mas de las dos del mediodia. No tenia ni hambre, solo sed y náuseas. Encontré la nota de Gerard diciendo que le llamara con su numero escrito. No sabía que hacer, si llamarle o no. Sentia algo de vergüenza, pero en el fondo queria llamarle, así que lo hice.

-¿Hola...? Emm... ¿Gerard?

-No señora, se ha equivocado.

-ah, eh... lo siento...

-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA que no, que soy yo! JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA –no paraba de reirse y yo me puse roja del corte que me dió-

-Joder, Gerard... no me vaciles -me lo tomé bien, incluso me reí un poco-

-Bueno, me has llamado, ya no esperaba tu llamada.-Dijo on un tono sarcastico-

-Esque me he levantado un poco tarde, ya sabes... estaba agotada, y la resaca no ayuda, bueno, te llamaba para ver si querias dar una vuelta conmigo, ir al café otra vez, o ir a comer.. no sé, lo que quieras, ¿te apetece?

-Claro que me apetece, ¿me paso a por ti en media hora y nos vamos a comer?

-Vale, ¿tienes pensado algun sitio?

-Si, tu dejame a mi, ya verás como te gusta. Adiós!
-Adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario