sábado, 21 de enero de 2012

Cap. 9 En mi casa


Llegué a mi casa y me puse el pijama. Intenté dormirme, pero no podía dejar de pensar en lo que había dicho Gerard. Además, ni siquiera estaba segura de si darle un beso había sido muy correcto. Estuve pensándolo un rato, pero no me quería torturar con eso, así que lo dejé pasar. Intenté dormirme, y al final lo conseguí.
A la mañana siguiente me desperté un poco tarde, era más de la una del mediodía. No me apetecía salir a comer, así que me preparé una ensalada muy sencilla. Me puse a ver la tele. Miré el teléfono y se pensé en llamar a Gerard, pero no tenía muchas ganas de salir. Al final se me ocurrió que viniera a mi casa y podríamos ver una peli o algo, así que le llamé.
-¿Diga?
-Hola Gerard. Soy yo. Que se me había ocurrido venir a mi casa a ver una peli, porque no tengo ganas de salir, ¿Que dices?
-Bien, quieres que me pase en... no sé... ¿Media hora? ¿Quieres que lleve algo?
-Si, traete a Frank, que me cayó muy bien el chaval, así me da su numero que no lo tengo.
-Ya, ya noté que te cayó bien... Pues vale, en media hora estamos allí ¿Que peli vamos a ver?
-¿Que te parece “Requiem por un sueño?
-No se cual es, pero vale. Bueno, hasta luego.
-Adiós.-Colgué el teléfono y me fui a arreglarme. Me peiné, me vestí y me maquillé un poco (rimel y brillo de labios) Me senté en el sofá a esperarles, porque me había sobrado bastante tiempo.
A los 15 minutos, más o menos, llamaron a mi timbre. Eran ellos, les dije que subieran. Entraron a mi casa, les di dos besos a cada uno y Frank entró al salón, pero Gerard me indicó con las manos que me esperara con el.
-¿Hoy me das dos besos?-Yo me sonrojé porque sabía a lo que se estaba refiriendo.
-Eh...pues...
-Que es broma, mujer-Sonrió.- Venga, vamos al salón que esta Frank allí solo.- Nos fuimos al salón, apagué la luz y puse la película. Saqué una manta de un armario y nos tapamos los tres. Yo estaba sentada entre los dos con los pies subidos en el sofá y apoyada en el hombro de Gerard. Tenía frío, a pesar de estar sentada entre ellos y con la mantita, y Gerard lo notó, así que pasó su brazo por encima de mi y y me acurruqué a su lado. Notaba su mirada puesta en mi, así que le miré y el se me puso a hablar en voz bajita, supongo que para que Frank no oyese bien.
-Angela-Dijo en un susurro.-
-¿Qué?
-¿Puedes venir a la cocina?-Yo simplemente asentí. El se levantó primero, y un minuto más tarde fui yo.

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