lunes, 20 de febrero de 2012

Cap. 15. Un día normal... o no tanto


-Por fin solos... –Dijo Gerard. Yo solo sonreí y le pedí un pijama para ponerme. Me trajo uno suyo y me lo puse allí mismo. El también se cambió delante de mi, ya nos daba igual, teníamos mucha confianza. Me cogió y me dirigió al sofá. Nos sentamos y empezamos a hablar.
-Angela, si se puede preguntar... cuando estabas hablando con Mikey,¿ le has dicho que te estabas pillando por alguien?¿Es enserio?
-¿eh..? No, no, ni de coña, era una excusa... para intentar arreglarlo.
-¿Y que nombre has dicho?
-Bah, eso da igual, dejalo, anda.
-Jo, quiero saberlo... va, dímelo, ¿no era tu mejor amigo?-Me miró con unos ojos de cordero degollado que tuve que hablar, pero claro está que no le iba a decir la verdad...
-Pues le dije el nombre de... de mi ex-novio.
-¿Enserio? Que fuerte...
-Si, no sé, sería un lapsus momentáneo o algo me habrá venido a la cabeza, y se me ha escapado.
-Bueno, le puede pasar a cualquiera.-Sonrió.-¿Vamos a la cama?
-Vale, vamos.-Gerard me dirigió hacia su habitación y se metió en la cama, por lo que supuse que dormiríamos juntos, pero no me importó, más calentita. A continuación me metí en la cama a su lado y le abracé. Me quedé dormida a los pocos minutos.
A la mañana siguiente, me desperté por la luz que entraba desde su ventana. Estaba sola en la cama, él ya se había levantado. Me levanté a desayunar y él estaba en la cocina.
-Buenos días.
-Buenos días Gerard.-Bostecé.- ¿has desayunado ya?
-No, te estaba esperando, mira he echo tostadas y café.
-Mmm, rico desayuno.-Empezamos a desayunar.
-¿Que te apetece hacer hoy?- Me dijo él.
-Pues, en realidad nada... Hoy me siento realmente vaga, no quiero no salir...
-Vaya, que energía por la mañana, eh...-(Sarcasmo)- Pues nada, mira, a mi tampoco me apetece mucho salir, nos quedamos en casa, vemos la tele y si luego nos apetece ya saldremos.
-Vale, me parece bien.-Sonreí y seguimos comiendo.Cuando terminamos de desayunar el se fue a darse una ducha y yo me fui a ver la tele. Fue un día aburrido, no pasó nada demasiado digno de contar. Por la noche Gerard me acompañó a mi casa para que no me fuera sola. Andábamos por la calle abrazados porque hacía mucho frío. Llegamos a mi casa y nos despedimos en la puerta.
-Bueno, gracias por acompañarme...-Nos quedamos mirándonos sin decir nada y el se acercó a darme dos besos y nos quedamos mirándonos.
-Pues... ya nos vemos mañana, ¿no? –Me dijo.
-Si... llámame...-Continuamos mirándonos y casi sin querer se acercó a mi y yo me acerqué a el y acabamos besándonos en mi portal. No parábamos, era muy apasionado, pero muy dulce. Empezamos a subir a mi casa, de vez en cuando, nos parábamos y nos besábamos. Por fin llegamos a mi casa y entramos directos a mi habitación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario